El postre es la preparación dulce que comemos al final de una comida, mientras que un snack es un alimento que ingerimos entre comidas para tener saciedad y energía. ¿Puede ser lo mismo un snack que un postre? Aunque muchas personas comen postre como si fuera un snack pero muchos postres tienen la característica de que, aunque sean dulces, no ayudan a reducir el hambre por tiempos prolongados. Pero aquí te comparto 3 tips para que transformes tu receta favorita en un snack de media tarde o media mañana que dé saciedad hasta la siguiente comida.
- Añade cereales de grano entero: Cambiar el harina de trigo por harina de avena es un cambio sencillo que aporta mucho más fibra a la receta y esto se traduce en mayor saciedad.
- Acompáñalo con fruta: Servir un postre, acompañado de una buena porción de tu fruta favorita te ayudará a disfrutar también de los beneficios de la fruta y una colación con grupos de alimentos. Hay combinaciones como frutos rojos con chocolate, mango con helado o piña con postres cremosos que resaltan los sabores de la preparación.
- Reduce el dulzor: hay postres que son muy dulces porque están pensados para comerse en una proporción pequeña, que te quite el antojo pero no necesariamente el hambre. En cambio, si agregas una menor cantidad de dulzor, la porción podría ser menor. Por ejemplo, un ate de fruta comercial es muy dulce, pero si aplicamos el tipo anterior y lo preparas con fruta natural, añades menos azúcar, podrás comer una porción un poco más grande y acompañarlo de otros elementos que lo hagan un alimento más completo.
En cualquiera de estos 3 tips; no olvides que siempre puedes elegir endulzarlo con endulzantes con calorías como Piloncillo Metco®️, reducidas en calorías como Azúcar BC®️ o sustitutos de azúcar como Svetia®️; según lo que más se alinee a tus objetivos.